En días de Nevada.

(De José María Fernández)

Días de Nevada es una interesante novela de Bernardo Atxaga en la que el autor, sin decirlo expresamente, sin obligar al lector a que interprete lo escrito de determinada manera, éste (el lector) se da cuenta de cómo es el carácter, los hábitos de vida, el paisaje y el comportamiento de los ciudadanos de Nevada (EEUU), e indirectamente de las gentes de vascongadas (España). Eso creo que es y por eso me gustó Días de Nevada. Pero, al margen, o como complemento, quiero señalar un pasaje de la misma en el que se explica que el tiempo que a cada uno le toca vivir cambia sus vidas.

Se hallaba el protagonista hojeando un libro en el que se trataba de establecer una comparación por una parte “por la suerte de los soldados canadienses… durante el desembarco de Normandía, y por otra la de  personas de hoy. El lugar el mismo, pero en el primer escenario “decenas de soldados muertos, tendidos en la arena en posturas que jamás adoptaría un ser vivo. Los tanques arden… En el segundo escenario, años ochenta, “una familia tomando el sol, una pareja leyendo revistas bajo una sombrilla, niños alrededor de un castillo de arena.” Y concluye Atxaga: “Eso que llamamos destino es cuestión de calendario. Todo depende de cuál sea la línea gruesa que se cruce con la delgada línea nuestra. Claro, aceptar esta verdad en Reno es fácil. Si estuviera en Irak o en Afganistán, no lo sería tanto.”

Interesante. A mí me parece interesante. Sólo que habría que añadir al tiempo el escenario o escenarios en los que discurren nuestras vidas. Tiempo y lugar.

Yo creo que para la mayoría de los hombres cambiar el tiempo y el lugar, si no nos son propicios, es difícil, muy difícil, pero también creo que la mayoría de los hombres tenemos la oportunidad de hacer más placentero nuestro tiempo y nuestro lugar (el que nos ha tocado vivir) y eso se consigue mediante la cultura, en nuestro caso, y por lo que nosotros podemos ofrecer, perfeccionando el español con SmartText.

José María Fernandez